miércoles, 29 de abril de 2020

Experimentos con plantas


El aprendizaje científico nace de la curiosidad por conocer el medio que nos rodea y qué mejor ocasión para comprender el proceso de crecimiento de las plantas que con una serie de experimentos muy sencillos que acompañen en las rutinas de los niños estos días de primavera desde casa.
Por todo ello os ofrecemos diversas experiencias para que elijáis la que más os llame la atención:
1. BÚSQUEDA DE LA LUZ
¿Las plantas necesitan luz para crecer?
Vamos a comprobarlo realizando un laberinto dentro de una caja de cartón con un agujero en la parte superior y colocando una pequeña planta en el interior de la misma. Se cierra la caja y a esperar. Los más peques comprobarán cómo la planta busca la luz.
 2. MINIHUERTO CON CÁSCARAS DE HUEVO
La cáscara de huevo, además de servir como recipiente reutilizado, nos ayuda a que nuestra planta crezca más fuerte ya que está formada en más de un 95% carbonato cálcico, además de otras vitaminas y minerales.
Método 1: con tierra. Si lo que queremos hacer crecer son semillas (de las que se venden para plantar), hacemos un agujerito en la base del huevo con un punzón para que drene el agua, rellenamos la cáscara con tierra (aprox. 3/4 del huevo), colocamos las semillas, cubrimos con otro poquito de tierra, regamos y colocamos en un lugar cálido y soleado (por ejemplo, al lado de una ventana). Cada vez que la tierra se seca echamos un poquito de agua. En una semana aprox. comenzaremos a ver crecer nuestras plantitas. 
Método 2: con algodón. Si en cambio queremos hacer germinar algún tipo de legumbre (judías, lentejas, garbanzos, etc), ponemos un trozo de algodón dentro del huevo, lo humedecemos y colocamos arriba las legumbres (dos o tres). Mantenemos el algodón siempre húmedo (pero no empapado) y colocamos en un lugar cálido y soleado.

Es importante explicar a los peques que las semillas no siempre germinan, para evitar desilusiones. Justamente por ello os aconsejamos preparar varias plantitas, cuantas más sean más posibilidades de que algunas crezcan. Una vez que las plantas han crecido lo suficiente (como vemos en ambas imágenes), será necesario pasarlas a una maceta con tierra para que sigan creciendo.
3. HUESO DE AGUACATE
Para reutilizar el hueso de esta rica fruta hemos de seguir los siguientes pasos:
1º Guarda y limpia el hueso de un aguacate. Lava y dejar secar toda la noche.
2º Pincha con un palillo en cada uno de los puntos cardinales.
3º Coloca el aguacate sobre un botellín de plástico que, previamente, tienes que haber cortado a la mitad. También puedes utilizar un vaso de cristal transparente para ver cómo se produce el proceso.
4º Rellena con agua.

Al contacto del hueso con el agua verás como el aguacate se “rompe” para dejar salir las raíces de lo que será tu nueva planta. Así es como sucede en la naturaleza. Es importante que cambies el agua de vez en cuando para que siga teniendo nutrientes que hagan crecer a tu planta.
El mejor sitio para colocarla es en un lugar donde haya luz indirecta, al menos hasta que comience de crecer fuerte y con hojas. Este será el momento de plantar tu arbolito de aguacate en tierra.

ESPERAMOS QUE DISFRUTÉIS CON LOS PEQUES EN CASA DE ESTA PECULIAR PRIMAVERA