Aprender a relajarse es fundamental. Los niños necesitan jugar y moverse, pero también necesitan momentos para calmarse, relajarse y descansar. Para ello existen juegos de relajación que fomentan la tranquilidad, disminuyen el estrés y la ansiedad. La capacidad para alcanzar la relajación, es sin duda algo positivo, ayuda a aumentar la memoria, la concentración, el aprendizaje...
Algunas ideas para trabajar la relajación con los más pequeños:
- Método de relajación progresiva de Jacobson: Este es uno de los métodos más utilizados en todo el mundo. Se basa en la relajación a partir de la contracción de los músculos con el fin de relajarlos después. Los niños se tumban en el suelo en un lugar adecuado para ello y les iremos indicando que tensen y relajen distintas partes del cuerpo. Se puede comenzar con partes individuales, con grupos amplios: manos, brazos, hombros, cuello...Poco a poco, se pueden ir agrupando los diferentes grupos musculares. Les indicaremos que aprieten para notar la tensión y tras unos segundos, que suelten para notar la distensión.
- Actividad del globo: Debemos invitar a los niños y niñas a que se conviertan en globos. Para ello, deben tanto hincharse como deshincharse porque es eso lo que hacen los globos.
- Técnicas de respiración: Es una de las técnicas más sencillas y habituales para trabajar con niños y niñas. Es fundamental que se sienten en una posición cómoda y estén en silencio o con música suave, que inspiren profundamente por la nariz y exhalen poco a poco por la boca. Pueden poner una mano en su pecho y otra en el estómago, para observar cual de los dos se mueve.
- Imaginación guiada: Es fundamental para reducir la tensión y la ansiedad. Los niños deben adoptar una postura cómoda, con una música suave de fondo y con un tono de voz calmado y profundo daremos pautas para que vayan imaginando por ejemplo, que están en una casa de madera en la montaña, en la playa...